Essta es una propuesta para enmarcar un grabado de manera que quede al final de una medida bastante ampliada, que resalte bien del conjunto y respire lo suficiente para poder apreciarlo al máximo.
Comenzamos poniendo el grabado sobre una base de cartón libre de ácido en tonos rojizos, del que se verán tan sólo 5 mm ya que a continuación sobreponemos un paspartout en blanco roto (un tono lo más parecido posible al del papel del grabado).
Terminamos con un marco plano ancho y hecho a medida que hemos decorado en la misma gama de tonos que el fono y el grabado, con el fin de no añadir colores nuevos al conjunto. Es un tono, que aunque llamativo, en la mano resulta muy neutro.