La solución de los bastidores con carcoma depende del grado de extensión de la misma. Si no está muy activa, y el bastidor merece la pena por su calidad o antigüedad, se puede tratar de manera que desaparezca, y posteriormente rellenar con ceras los agujeros. Si no es el caso, lo apropiado sería cambiar el bastidor por otro nuevo, de una calidad y características que correspondan a la pintura.
En el caso de los marcos, también es necesario valorar la calidad y la antigüedad de los mismos. La actividad y la extensión de la carcoma son fundamentales para decidir el tratamiento a seguir.
Básicamente se sigue el mismo procedimiento en todos los casos. Se trata de introducir con una aguja, agujero por agujero, el producto químico específico para su eliminación. (Existen varios en el mercado que cumplen a la perfección esta función). A continuación es conveniente envolver en plástico todo el marco para aislarlo del aire y dejarlo así un par de semanas. Volver a comprobar si tiene actividad, y si es necesario, repetir la operación.
Una vez desaparecida la carcoma, se tapan los agujeros lo máximo posible con cera. Según se trate de la cara anterior o posterior del marco en cuestión, se procede a precintar (parte trasera) y/o a retocar o redecorar el frontal.
Como norma general para evitar que salga la carcoma, y como conservación de cualquier madera, es conveniente que esté aireada y ventilada, y evitar temperaturas altas con alto grado de humedad.