Promoción espejos a medida
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Esta promoción espejos a medida está pensada para todos aquellos (sean ya clientes nuestros o no) que hayan llegado a esta página de nuestra Web a través de su búsqueda por Google, o por cualquier otro medio. Creemos que los espejos son elementos fundamentales en la decoración, embellecen y agrandan espacios, y ésta puede ser una manera de fomentar su utilización.
¿De qué está hecho el espejo y cómo se hace?
Pues básicamente está formado por un vidrio plano al que se le ha aplicado por una de sus caras una capa opaca que produce un efecto reflectante al ser visto desde la otra cara.
Pero vayamos por partes.
- El Vidrio. ¿Cómo se forma y cómo se obtiene?
Es un proceso de fusión de dióxido de silicio (arena), carbonato de sodio (soda salvay) y carbonato de calcio (piedra caliza). Y dato importante: esa fusión se realiza a una temperatura que ronda los 1500 grados centígrados. Dicen los historiadores que es posible que fueran los fenicios los que descubrieran, como ocurre muchas veces, por casualidad. Después los romanos comenzaron a soplar el vidrio en incandescencia para formar los primeros envases de este material. Hacia el S XI, en Alemania se fue perfeccionando, pero hasta el S XVIII no se hizo un adelanto considerable en el proceso de fabricación. A partir de aquí, la mayoría de la población europea pudo tener un acceso razonable al vidrio plano y a los objetos fabricados con este material.
- El espejo. ¿Cómo se consigue su efecto reflectante?
Siguiendo la línea histórica, se puede decir que en España surgieron los primeros espejos, utilizando el vidrio, sobre el S.XI, pero las técnicas utilizadas fueron evolucionando y perfeccionándose a lo largo de los años.
Los primeros utilizaban el procedimiento del azogue, es decir, la reducción de sales de mercurio a un estado metálico. Adheriéndose después a una de las caras del vidrio plano. Esta técnica se dejó de utilizar debido a las enfermedades y envenenamiento producidos por la emanación de los vapores del mercurio. Hoy en día se platean. Existen diversas fórmulas y métodos, pero todos se reducen al final, a la aplicación de una reducción de sales de plata sobre el cristal. Como acabado final se aplica una capa de protección, para lo que se utilizan materiales variados del tipo de Betún de Judea, barnices, etc. Lo esencial es proteger la zona plateada de agentes externos.
Lo fundamental es que, utilizando la técnica que se utilice, consigamos una superficie con la capacidad reflectora de la luz que incide en ella, de un 95%, o superior si es posible.