Paisaje de invierno
Paisaje de invierno. Detalle de pintura al óleo sobre tela montado en bastidor. Original de R. Vila. Medidas de la obra 92 x 92 cm.
Hay paisajes que pueden llegar a transmitir sensaciones por sus trazos, su colorido y textura, y por supuesto, por la temática utilizada. Éste es un ejemplo de la sensación de frío que da al contemplar la obra en su totalidad. Aunque combina los tonos cálidos con otros más fríos, estos últimos predominan un tanto sobre los primeros. Un buen detalle es la sensación de movimiento que producen los árboles (los olivos de la zona) debido al viento. Y parecen rachas bastante fuertes. Lo mismo ocurre con el almendro en flor, propio de la estación invernal. También se aprecia el viento que va de izquierda a derecha del cuadro.
Fijándonos en el fondo de la pintura en su parte superior, se aprecia la ausencia de nubes, lo habitual con mucho viento y las montañas del fondo con sus tonos violáceos, aparte de lejanía, son propios de bajas temperaturas. Todos estos detalles son los que se analizan cuando se fija la atención en la pintura sin prisas y con tranquilidad. Pero lo importante es que se puedan sentir en un primer golpe de vista.